[MÚSICA] [MÚSICA] En esta sesión continuaremos presentando algunas estrategias de intervención para reducir o eliminar los riesgos. En este caso, nos referiremos a la planificación como un proceso dentro de la gestión del riesgo de desastres. ¿Qué es la planificación? La planificación, como todo término, es objeto de innumerables conceptualizaciones. Para efectos del curso nos referiremos a la planificación como el conjunto de procedimientos articulados en forma sistémica y sistemática. Previstas con anticipación para el logro de los objetivos propuestos. En otras palabras, la planificación constituye un proceso administrativo para crear estrategias que logren un fin. La planificación como proceso de gestión territorial. La planificación puede ser aplicada o utilizada en diversas situaciones de las acciones humanas, you sea de la vida diaria, de una actividad económica, en los procesos educativos, polÃticos, en fin, en todas las actividades desarrolladas en un sistema social. En el caso particular de este curso, la planificación será referida al territorio, esa realidad compleja y dinámica donde convergen una serie de factores que determinan las condiciones de relaciones y comunicaciones existentes en un lugar determinado. Ese territorio que es determinado, influenciado, desarrollado, intervenido, condicionado, afectado por factores que pueden crear un sistema ordenado, o desordenado, según las diferentes interrelaciones y comunicaciones presentes entre sus elementos. Una desorganización en un territorio puede conllevar a una crisis o a un desastre. De esta forma, conociendo el funcionamiento de cada uno de estos factores y sus elementos, se puede considerar diversas estrategias de intervención desarrollando un modelo de planificación. La planificación territorial es considerada como un proceso de gestión pública, ligada a procesos de desarrollo, y considerada como una herramienta administrativa del gobierno de una sociedad. La planificación puede implementarse en diversos ámbitos territoriales como el global, regional, el nacional, y el local. Siendo los dos últimos ámbitos, en donde convergen elementos con una población conformada por actores y grupos con un interés común. Un espacio fÃsico y un poder polÃtico que representa la población de un territorio para el logro de los fines propuesto. Es en el nivel local donde la comunidad define sus objetivos y busca la forma de lograrlo, si las autoridades locales permiten una planificación participativa. Modelos de planificación territorial. Nos preguntamos ahora, ¿qué es un modelo? Los modelos son representaciones que permiten plantear soluciones a un problema de la realidad. El logro de los objetivos propuestos a nivel territorial requiere seguir un proceso sistemático y sistémico, de modo que existan diversos modelos en la planificación territorial que su elección dependerá del ámbito en la cual se requiere su aplicación. Es asà que se presentan algunos de los modelos que pueden utilizarse en el proceso de planificación territorial como, el Modelo Normativo, en la cual los planes se expresan en normas formales, se elabora diagnósticos completos, y se utilizan mecanismos técnicos. El modelo prospectivo con base en planteamientos anticipados con previsión del futuro y sistemático. Este modelo tiene estructuras como los elementos de un sistema que no cambian a través del tiempo, las tendencias que pueden modelarse, los elementos que generan cambios rápidos, aquella probabilidad de que ocurra un evento o no, y por último, las tendencias que no tienen un comportamiento definido pero a largo plazo pueden constituirse en un problema. Este modelo puede desarrollarse a través de metodologÃas cuantitativas y cualitativas. El modelo situacional que parte de una situación inicial, que persigue un objetivo y en la cual se incorpora a los actores, las fuerzas polÃticas y sociales. Todo esto relacionado por sus intereses. Se desarrolla a través de diversas metodologÃas de ejercicios académicos, como el árbol de problema, y flujogramas. El modelo estratégico que se basa en la elaboración de estrategias y aspectos estratégicos para el logro de los objetivos. Se apoya en el uso de la Matriz de Fortalezas, Oportunidades, DesafÃos y Amenazas. Mejor conocido como FODA. El modelo centrado en la negociación que articula los intereses regionales con los del paÃs, abordando las caracterÃsticas exógenas del desarrollo de las regiones como sistemas abiertos y complejos, constituye un proceso de negociación polÃtica. El modelo participativo que incorpora la consulta ciudadana por la cual se aplica un poco más en el ámbito local y provincial. Utiliza metodologÃas como la participación comunitaria y apropiación social. Haciendo una revisión de cada uno de estos modelos de planificación, e identificando adecuadamente cada uno de ellos para elaborar una planificación en particular, se determina la efectividad en el logro de los objetivos propuestos, reducir o eliminar los riesgos. La planificación como proceso en la gestión del riesgo de desastre. En la sesión anterior presentamos en tema de la gobernanza, y se expresó que una de sus implicaciones en la formulación de polÃticas públicas. Siendo asÃ, la formulación de polÃticas públicas conlleva un proceso de planificación territorial y a su vez toda gestión incluye en una de sus etapas el proceso de planificación. La planificación territorial constituye un instrumento dentro y fuera de la gestión del riesgo de desastre que tiene gran utilidad para anticipar los riesgos, prevenirlo, corregirlos, reducirlos y evitarlos de tal forma que no se produzca un desastre. Es importante que la gestión del riesgo sea incluida en los procesos de planificación del desarrollo y en la inversión pública que se desarrolla en el nivel nacional, y que en el nivel local se desarrolle una gestión del riesgo con base en un modelo de planificación territorial. Es asà que se infiere en la importancia de que la gestión del riesgo contenga dentro de sus instrumentos de intervención, una polÃtica en función al ámbito territorial, además un plan estratégico prospectivo articulado como apoyo a la administración de la gestión del riesgo. Asimismo es importante el plan de gestión del riesgo de desastre, y el plan de emergencia con sus correspondientes programas, proyectos y actividades. Acorde con lo expresado, la gestión del riesgo de desastre puede lograr su primordial objetivo, reducir el riesgo a través de instrumentos de planificación territorial que deben articularse con la planificación de cada instancia gubernamental. Asà como otros tipos de gestión como la ambiental y el ordenamiento territorial. Si se considera estos aspectos en su conjunto, en forma holÃstica, integral, las medidas de intervención de la gestión del riesgo, prospectiva, correctiva, reactiva y compensatoria, puede asegurar su eficacia y eficiencia y más que estos aspectos administrativos se puede evitar la ocurrencia de un desastre. Como todo sistema, la falta de interrelación de encuentros, la falta de correlación y comunicación, producen el desorden y el desequilibrio. En ocasiones la falta de planificación, y la falta de una visión completa del territorio, provoca que a nivel gubernamental, las polÃticas públicas y la planificación del desarrollo, se realicen en forma separada duplicando esfuerzo y contribuyendo al aumento del riesgo existente. Es por ello que la buena gobernabilidad también se mantienen en el rol del gobierno como ente articulador y propiciador de una planificación interinstitucional y participativa. Para concluir, debemos destacar que se debe hacer una revisión de los instrumentos existentes en cada ámbito territorial para encontrar los puntos de articulación y desarticulación que pueden estar determinando los riesgos existentes, la aparición de nuevos riesgos, y por ende la ocurrencia de un desastre. [MÚSICA]