Bienvenidos al Mooc de Introducción al Arte Sonoro del Máster en Arte Sonoro de la Universidad de Barcelona. Nos encontramos en el aula 206 2 bis de la Facultad de Bellas Artes de la universidad, donde normalmente tienen lugar las actividades presenciales del Máster en Arte Sonoro. En este vídeo, vamos a hablar de la psicología de la música. Es interesante hacer notar que, el estudio de la música, tiene mucho que ofrecer a la comprensión de la mente humana. El punto de partida de los psicólogos de la música es que, la estructura y el proceso de la música, pueden dar pistas acerca de la naturaleza de las estructuras mentales y sus procesos. Por su parte, la psicoacústica, de la que hablaremos en otro vídeo, y cuyo objetivo es la comprensión de las bases de la audición, ofrece claves importantes para la comprensión de los hechos musicales. La psicología de la música es un dominio que recoge los estudios realizados a partir de los métodos propios de la psicología experimental acerca de todas las posibles formas de conducta musical. Algunas de las cuestiones recogidas en estos estudios son: la percepción de las cualidades musicales del sonido, los procesos cognitivos de organización, representación y almacenamiento de la música, la adquisición y ejercicio de las cualidades musicales en la interpretación y la escucha, las respuestas emocionales y estéticas a la música, los procesos de creación, composición e improvisación, la naturaleza de las aptitudes musicales aprendidas y de las innatas, las funciones cerebrales subyacentes a los procesos musicales, el papel de la música en la sanación de las enfermedades, si es que existe, la psicología social de la música colectiva y los contextos culturales de la experiencia musical. Y, así para acabar, aunque es una lista sin fin, el desarrollo histórico del material y de las formas musicales. Por supuesto que muchas de estas cuestiones no son nuevas. Por poner un ejemplo, la historia de las consideraciones psicológicas de la música revela una trayectoria del pensamiento físico a la sensación. La percepción y la cognición. Los griegos del siglo VI antes de Cristo ya trataron acerca de la integración de las leyes de la naturaleza con teorías de la estética. Por ejemplo, el caso de los pitagóricos, es conocido. Existía para ellos una relación importante entre las fracciones de números enteros que, expresadas en función de longitudes de las porciones vibrantes de una cuerda, de la cuerda del monocordio, representaban precisamente las alturas musicales y, con ello, la sensación de la consonancia musical. La interpretación cognitiva de esas relaciones se resumía en la integración de un sentido, que ellos consideraban de más alto nivel que los más básicos, que se implican en la percepción ordinaria, y que identificaban como el sentido del placer en la proporción. La teoría de la disonancia y la consonancia experimentó, desde entonces, un desarrollo vinculado a la teoría musical, que no se detuvo hasta el desvanecimiento de la disonancia y de la consonancia mismas en el vacío absoluto, como resultas de las prácticas atonales de principios del siglo XX en la música. Y entre ellas, un papel importante es el de la dodecafonía. En relación a este término, me gustaría terminar esta parte hablando de las formas de escucha de Pierre Schaeffer. Pierre Schaeffer, que es el iniciador de la música concreta, es un teórico, sobre todo un teórico, que distingue cuatro formas de atender al sonido, y que provienen del francés esos nombres, los nombres que les da, que son: oír, escuchar, entender y comprender. El oír es la percepción de todos los sonidos que llegan a los oídos. Será, efectivamente, el sonido de un cuarteto, pero también el del motor de una Mobilete que pasa por la calle, el sonido ligero del compresor del congelador, que se percibe cuando el cuarteto toca pianissimo o, incluso, el de las sensaciones generadas directamente en el sistema auditivo sin razón externa, entre ellas, los acúfenos. La escucha del escuchar, el segundo concepto, es la atención concentrada hacia la señal sonora que procede de, por ejemplo, un aparato reproductor de música con la intención, en la medida de lo posible, de ignorar los otros sonidos que tienen lugar en simultaneidad. El entendimiento, el entender, consiste en un primer análisis del sonido percibido. Se selecciona. Puedo entender si está un cuarteto tocando en modo mayor, o modo menor, si el tempo es rápido, si los instrumentos están bien afinados, etcétera. Y, finalmente, la comprensión, consiste en adivinar la intención de los intérpretes del cuarteto. Porque el violín tocará más fuerte en determinado momento o en otro, y eso, entenderemos por qué lo hace. O, quizás escuché un pedal, etcétera. Entonces, en ese sentido, podemos definir una serie de escuchas. Por ejemplo, una sería la escucha causal, que es una escucha informativa. Es una escucha que informa al oyente sobre las cualidades de un determinado objeto. Luego, tendríamos la escucha semántica, que es una escucha comprensiva, es una escucha en virtud de la cual se descodifica la señal de un mensaje. Y luego, tenemos una escucha importante para Schaeffer, que es la escucha reducida, que es una escucha voluntaria. Es una escucha cultural donde el llamado objeto sonoro adquiere su valor perceptivo. Luego existe la escucha acusmática. La escucha acusmática es aquella escucha de la que no vemos, esa escucha en la que no estamos viendo el generador del sonido. Luego tenemos la escucha natural, que es una escucha por la que el sonido señala un determinado acontecimiento. Luego estaría la escucha cultural, que es privativa de una determinada comunidad. Es una forma de escucha propia de un determinado contexto cultural y que se dirige a la comprensión. Tendríamos también escucha banal, que es una escucha vulgar, sin ningún aprendizaje. Luego, una escucha práctica, profesional, es una escucha digamos aprendida, que es especializada. Y luego, existe un tipo de escucha allí en la bibliografía que se llama natural-cultural, que es la que mantiene tensiones entre el eje natural cultural. Otra escucha, que es la vulgar-práctica, que también mantiene tensiones entre la vulgar y la práctica. Y finalmente, la escucha causal-semántica-reducida, que es la que mantiene tensiones entre esos tres ejes: la causa, el significado y la concentración perceptiva en el objeto sonoro. Como vemos, el estudio de la música tiene mucho que ofrecer a la comprensión de la mente humana. El punto de partida de los psicólogos, como decíamos al empezar, los psicólogos de la música, es que la estructura y el proceso de la música pueden dar pistas importantes acerca de la naturaleza de las estructuras mentales y de sus procesos.