Soy profesor de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona y director del Máster en Arte Sonoro de la Universidad de Barcelona. Hoy voy a hablar de escultura sonora. Durante el siglo XX, los artistas plásticos empiezan a experimentar el sonido como un material más de experimentación. Exploran las vanguardias artísticas, los artistas explorarán los materiales, exploran formas, exploran espacios. Y, en ese caso, hay artistas que experimentan en elemento sonoro. Son artistas, básicamente, provenientes del mundo plástico y no son músicos. Son artistas que están, en cierta manera, liberados de la tradición y los cánones musicales, y experimentaron libremente elementos sonoros por su morfología, por su textura. Y, en definitiva, lo que exploraban estos artistas es lo que llamamos la tímbrica. La tímbrica, que es uno de los elementos básicos de la música, pero que aquí tenemos unos artistas que se centran en esa experimentación básica. Los primeros exploradores o experimentadores en arte sonoro fueron los escultores. Si vamos a ver, es lógico, porque los escultores estaban acostumbrados tradicionalmente a escuchar las diferencias de sonidos entre los materiales, las diferencias entre la piedra y el metal, el metal y cualquier otro elemento material, como diferencias sonoras propias de su trabajo. El artista futurista Luigi Russolo, que podríamos establecer como el punto de partida de la escultura sonora, desde 1910 hasta 1930, construye 27 artilugios, esculturas sonoras, o esculturas que tienen una finalidad de ser escuchadas, que se llaman los entona-ruidos o, como dijo él, entona-rumores. Esto eran unas cajas de resonancia con una bocina y con un interior, había una membrana, una cuerda de guitarra y, a partir de aquí se podía, con unas palancas y con unas manivelas, se podía establecer unos "glissandi" y hacer lo que él quería como finalidad, que era entonar esos sonidos o, como él dijo, esos ruidos. Los entona-ruidos, en realidad, no es otra cosa que un sintetizador muy, muy, muy precario, un punto de partida. Y, lo que hace en realidad Luis Russolo, es dar el primer paso en lo que después del siglo XX se ha desarrollado como la música "noise" o la música ruidista. Otra persona, otro artista de importancia es Marcel Duchamp que, en 1916, hace una escultura sonora que se llama "À bruit secret". À bruit secret, un ruido secreto. Dentro de la escultura hay un objeto que produce el ruido, ese sonido, no sabe, nadie sabe qué es lo que produce este sonido en esa escultura. Para saberlo, tendríamos que destrozar o abrir un Duchamp, y nadie está dispuesto a hacerlo. Pero, de hecho, ni el propio Duchamp sabía el objeto que había dentro, porque el objeto lo puso su marchante, y él ni siquiera sabía cuál es el objeto del cual se producía ese sonido. Por lo tanto, eso era otro aspecto importante dentro del arte sonoro. Pero no nos tenemos que desplazar hasta la década de los '50, de los años '20, porque aquí es donde se produce la gran eclosión de la escultura sonora. Van saliendo figuras remarcables como gente Jean Tinguely, Harry Bertoia, o Takis, que experimentan el sonido de los materiales desde diferentes perspectivas. Unos de los más importantes, y considerados los padres de la escultura sonora, son los hermanos Baschet, François y Bernard Baschet, los hermanos Baschet. François era un artista, artista plástico, y Bernard era un científico. Por lo tanto, pudieron experimentar durante buena parte del siglo XX, experimentar esta confluencia arte/ciencia, o esta confluencia entre música y artes plásticas. Es decir, realizar una investigación sistemática de lo que pudiera considerarse acústica aplicada a la escultura. Sus obras están en todos los museos del mundo, en el MoMA, en el Guggenheim, el Barbican de Londres, el Munal de Ciudad de México. Y, experimentaron con esas esculturas, artistas de la talla de un Pierre Schaeffer, de Ravi Shankar, de Michel Deneuve, o de Tōru Takemitsu, que vieron que esas esculturas no solamente eran esculturas, sino que también podían tener ese componente de instrumento musical. De hecho, hace esa doble función. Es decir, es un instrumento musical, es también una escultura que se puede trabajar o se puede percutir desde un punto de vista no tan musical. De hecho, los hermanos Baschet, lo que hacen realmente es proporcionar esas esculturas en sus disposiciones, que las personas puedan interactuar con esas esculturas. Lo que hacen, en realidad, es que los espectadores y visitantes intervienen esas esculturas, o pueden expresarse mediante esas esculturas que pueden ser tocadas. Valga esta doble visión, pueden ser tocadas desde un punto de vista de juego, es decir, la idea aquella de juego, "joue", en francés o, "to play", en inglés, que es, al mismo tiempo, interpretar un instrumento y jugar. Por lo tanto, sin unos códigos musicales predeterminados, cualquier persona puede expresar ideas sonoras, que es lo que pretendían los hermanos Baschet. Los hermanos Baschet, mediante esas esculturas, obviamente lo que no querían aunque fueran afinadas, es establecer, jugar o interpretar la Quinta Sinfonía de Beethoven, sino que lo que quieren es descubrir sonidos que hasta ese momento no habían sido escuchados, experimentar con ese énfasis sonoro. Las esculturas Baschet tienen unos elementos de la vibración, de cómo se manifiesta esa vibración a partir de una percusión. Y, no solamente estos elementos vibratorios, sino que también lo que se estudia es cómo traspasar las vibraciones al aire mediante unos elementos que son los que vibrarán hacia el exterior. De todas formas, cuando hablamos de escultura sonora, podemos hablar, como en este caso, no existirá sonido si no hay una acción. Pero esa acción, a lo largo del siglo XX, puede ser una acción realizada por una persona o una acción realizada por un elemento natural. De hecho, hay esculturas sonoras que las fuerzas de la naturaleza son las que le prestan esta acción. Los elementos de la naturaleza como el agua, como el viento, como el fuego serán los que provocarán un acontecimiento sonoro. Por lo tanto, para resumir, para generar un sonido es necesario por lo tanto un movimiento que genere una vibración. Esta acción, para ser audible, tiene que traspasar al aire, al agua, o a través de algún material. Ya sabemos que el sonido no se propaga en el vacío y, por lo tanto, los materiales son elementos transmisores de esos sonidos. La escultura sonora, es básico, es esa relación que hemos dicho antes de la tímbrica. Y esa tímbrica, la producen las diferencias entre los diferentes materiales, la piedra, la madera, el metal, y también las formas de cada escultura son las que van a repercutir en éste, en este elemento tímbrico, en este elemento sonoro. Hay un elemento básico a tener en cuenta: es que, desde finales del siglo XVIII, Ernst Chladni nos proporcionó la posibilidad de visualización de las vibraciones a través de los materiales. Es un elemento básico en escultura, saber cómo se van distribuyendo los sonidos y las vibraciones dentro de los materiales, y por dónde tenemos que irlos a hacer y canalizar para que esos sonidos y esas vibraciones se traspasen al aire.