La Escuela de EnfermerÃa de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en colaboración con la Liga Chilena contra la Epilepsia, presentan la clase "Epilepsia, niñez y adolescencia". Bienvenidos a nuestra clase llamada "Epilepsia, niñez y adolescencia" del curso Manejo de crisis epilépticas y promoción de la inclusión social. Nuestro propósito principal es que puedas identificar los principales elementos asociados a la epilepsia en la niñez y adolescencia, y sus comorbilidades. Además, cuáles son los apoyos necesarios de brindar en el entorno escolar y cómo lograr en el adolescente un automanejo efectivo. En esta clase podrás acceder a un video de simulación donde podrás observar aspectos relacionados con los mitos más comunes que rodean a la epilepsia, especÃficamente en el entorno escolar. A lo largo de la clase abordaremos desde una perspectiva general los componentes básicos, aunque de suma relevancia para identificar las principales caracterÃsticas de la epilepsia en la niñez y en la adolescencia y cuáles pueden ser sus principales comorbilidades. Veremos, por ejemplo, si existe o no relación entre epilepsia y déficit atencional, si es frecuente la presencia de trastornos del ánimo y ansiedad, entre otras interrogantes de interés. Un tema que es bastante recurrente y que por cierto abordaremos, se relaciona con el apoyo en el entorno escolar. Al respecto, destacaremos cómo los compañeros de clase, los profesores y el propio establecimiento educativo juegan un rol clave en la inclusión de un niño con epilepsia. Abordaremos también al adolescente y las principales recomendaciones para lograr instaurar en él conductas de autocuidado que permitan evitar los factores precipitantes y fomentar los factores protectores. Antes de iniciar, te recordamos que la epilepsia en la niñez y adolescencia, dado su ciclo vital, posee caracterÃsticas especiales, necesarias de conocer y comprender con tal de facilitar un entorno más inclusivo. Bienvenidos nuevamente y comencemos. Soy el doctor Tomás Mesa Latorre, neurólogo pediatra, y hoy les voy a conversar sobre tres temas, la epilepsia en la niñez, la epilepsia en la adolescencia y también el apoyo de la gente con epilepsia en el entorno escolar. La epilepsia en la niñez es muy importante porque el cinco por ciento de la población infantil va a presentar al menos una crisis de epilepsia en su vida. Por otro lado, tres por ciento de los niños que tienen menos de cinco años van a presentar una crisis febril en su vida. También, el dos tercios de las epilepsias se inicia en la época infantil, y la mayor incidencia entonces de problemas conductuales y de aprendizaje en escolares están en la población que presenta epilepsia. En relación a las manifestaciones clÃnicas, las manifestaciones clÃnicas de los niños en epilepsia son muy diferentes a lo que sucede en la población adulta. En niños, las crisis de todo el cuerpo, llamadas generalizadas, predominan en los menores de cinco años. Sabemos que muchos tipos de crisis se presentan a determinadas edades en la época infantil. Por ejemplo, las crisis de tipo espasmos epilépticos son crisis que se presentan entre los seis meses y los 18 meses. Las ausencias, que es quedarse momentáneamente ausente, se presentan entre los cinco y los siete años más frecuentemente. Y también las crisis febriles son eventos que se presentan entre los seis meses y los cinco años. Por lo tanto, la edad va a determinar muchas veces la respuesta especial que el cerebro tiene para esa época de la vida. En relación a las causas de la epilepsia, es decir, la etiologÃa, existen dos grupos importantes. Uno, las que tienen epilepsia de tipo genética, antes conocida como la palabra idiopática, que se da en niños con inteligencia normal, que no se relacionan con lesiones estructurales cerebrales. Y, por otro lado, están las secundarias a alteraciones de la estructura cerebral clasificadas antiguamente como sintomáticas. Estas últimas son de inicio más temprano que las idiopáticas, es decir, en el primer año de vida la mayorÃa. Los sÃndromes epilépticos corresponde a un conjunto de signos y sÃntomas definidos como de origen epiléptico, que configuran entidades clÃnicas muy caracterÃsticas, pero que pueden tener causas o etiologÃas diferentes. Se toma en cuenta entonces para definirlo, primero, el inicio de la epilepsia, a qué edad fue; segundo, qué caracterÃsticas electroencefalográficas tiene; tercero, cuál es la clÃnica y la sintomatologÃa y los signos. También se toma en cuenta si hay lesiones a la neuroimagen y también cuáles factores genéticos podrÃan estar involucrados. Y más encima, nos da la posibilidad de poder prever un cierto pronóstico y decirle al paciente o a su familia, "esto va a durar tanto tiempo", "esto va a poder suspenderse el medicamento en un plazo determinado o no". Es importante también enumerar algunos factores de riesgo de epilepsia en niños, como por ejemplo, los niños que tienen parálisis cerebral. Habitualmente, ello obedece a una lesión del cerebro, por lo tanto, ellos van a estar con más riesgo de presentar una manifestación clÃnica como son las convulsiones, y va a constituir una epilepsia. También, los pacientes con déficit cognitivo o déficit intelectual, donde por alguna razón ellos presentan ese déficit intelectual, y existe entonces un umbral convulsivante más fácil, más bajo, para realizar crisis. Por otro lado, también las infecciones del sistema nervioso central. Por ejemplo, un paciente que ha tenido una meningitis, una encefalitis, va a quedar con un umbral nuevamente más bajo para poder presentar más fácilmente crisis convulsiva. También los traumas del sistema nervioso central, golpes fuertes, accidentes importantes, pero estamos hablando de importantes, que han requerido hospitalización, muchas veces en unidad de cuidados intensivos, y ellos van a quedar también más sensibles a presentar crisis epilépticas y, por lo tanto, constituir un sÃndrome epiléptico. Y de menor grado, también hay que considerar las crisis febriles, donde los pacientes que presentan este cuadro tienen más posibilidades de presentar una epilepsia que la población general. Y, por último, también gente, familias que tienen antecedentes de epilepsia, por lo tanto los factores genéticos van también a predisponer a algunos pacientes niños a tener crisis epilépticas. Y, por último, los factores genéticos que tienen algunas familias donde algún familiar, abuelo, tÃo, ha presentado crisis sin una causa aparente y que va a predisponer a su descendencia a tener mayor posibilidad de crisis de tipo epilépticas. Las crisis febriles o convulsiones febriles, hoy denominadas más bien crisis febriles, se presentan en pacientes entre el año y los 24 meses de vida preferentemente y, usualmente, son desencadenadas por un alza de la temperatura o una temperatura muy alta. Habitualmente, no hay una causa aparte del aumento de la temperatura y tampoco está relacionada a una infección del sistema nervioso central, porque esto ya descartarÃa tener una crisis febril. En un tercio de ellos recurre nuevamente y se presenta, entonces, más de una vez. Tienen un carácter hereditario y no es una epilepsia y tampoco requiere un tratamiento permanente, pero tienen un poquito más de riesgo de presentar epilepsia a futuro. Estamos hablando de entre un dos a un cuatro por ciento, que es un riego un poquito más alto que lo que se da en la población general. En relación al pronóstico de la epilepsia en la niñez, podemos decir que va a depender fundamentalmente de la forma clÃnica. Sabemos que el 40 por ciento de las epilepsias de inicio en la niñez se mantienen durante toda la vida del paciente. Pero, por otro lado, el 70 por ciento de los niños con epilepsia controlan totalmente sus crisis con tratamiento farmacológico. Un grupo de mejor pronóstico son aquellos que tienen, en primer lugar, una inteligencia normal; dos, un examen neurológico normal; tres, una epilepsia de tipo generalizada; cuarto, una edad de inicio de la epilepsia antes de los 12 años de vida; y también que pueden tener alrededor de un diez a un 20 por ciento de recaÃdas al suspender el tratamiento. La población infantil con epilepsia tiene una mayor tasa de dificultades en el sistema escolar y, sobre todo, en el aprendizaje. Hay cifras que hablan de un 20 a un 30 por ciento de los niños con epilepsia tienen dificultades persistentes con su enfermedad y, por ende, también una mala respuesta al tratamiento. Las dificultades escolares en niños con epilepsia de origen multifactorial son un factor que complica el tratamiento, evidentemente. Pueden ser vistos por los padres como causales y/o agravadas por el tratamiento o solo como un sÃntoma más de la enfermedad. En las dificultades de aprendizaje de los niños con epilepsia están siempre interactuando. algunos factores, y aquà tenemos que pueden haber factores biológicos, por ejemplo, la edad del inicio, mientras más precoz más difÃcil va a ser el manejo. Dos, el tipo de crisis, la frecuencia de las crisis y la duración de ellas. Esto va a implicar alteración en la parte cognitiva. La gravedad de las anomalÃas electroencefalográficas, por ejemplo, si son descargas persistentes, evidentemente puede alterar la continuidad de la parte cognitiva. Ahà pueden haber disfunciones neuropsicológicas y condiciones asociadas. El tratamiento, va a ser muy importante considerar el tipo de medicamentos. Hay medicamentos que dopan un poquitito, que hacen que la función cognitiva esté más enlentecida. Por otro lado, también el número de fármacos, mientras más fármacos usemos, más implicancias puede haber en una alteración de la parte cognitiva. Los efectos secundarios de los medicamentos, muchos de ellos también están produciendo alteraciones en la parte de aprendizaje. Y también la respuesta de los fármacos al tratamiento, porque si responden bien evidentemente vamos a tener menos complicaciones. Por otro lado, los factores ambientales. Asà tenemos que la actitud de los padres, si son apoyadores, la actitud de los familiares, y la actitud de los cuidadores y el impacto psicosocial de la enfermedad, y también cuán estigmatizado esté este paciente. Existen algunos factores ambientales en relación a las dificultades escolares. Para enumerar algunos, tenemos primero una asistencia escolar irregular, porque el niño tiene crisis, porque es demasiado regalón, etcétera. Por lo tanto, al tener poca asistencia va a tener dificultades en su rendimiento escolar. En segundo, el alto nivel de estrés emocional en el niño, provocado por el temor que ocurran crisis en el colegio y, evidentemente, seguido por la estigmatización, la marginalización que puede haber en él y la sobreprotección de los padres. En tercer lugar, el estilo de vida restrictivo al que está sometido el niño puede determinar entonces expectativas de logros académicos muy bajos y una educación muy limitada. El niño, por ejemplo, no puede hacer gimnasia, el niño no puede ir a este paseo, etcétera. Por otro lado, el niño puede tener también, además, problemas de ajuste en el sistema escolar debido a la epilepsia, los problemas conductuales asociados a ella y también la falta de cooperación de los pares y de los profesores. Y, por otro lado, la baja expectativa de los profesores determina un ritmo de aprendizaje también más lento del individuo. En el manejo de los problemas de conducta y dificultades escolares en niños con epilepsia, se recomienda estrategias anticipatorias que incluyen, por ejemplo, una evaluación temprana de los factores de riesgo, por ejemplo, pesquisa del retraso del desarrollo psicomotor y una detección de problemas conductuales, ojalá lo más precoz posible. Y también una evaluación preventiva familiar, comunitaria y del mismo sistema escolar. Los problemas conductuales y de aprendizaje en niños con epilepsia pueden ser minimizados a través de la implementación de programas de intervención temprana y educación de los padres, profesores y los mismos pares en relación con la enfermedad. Epilepsia y déficit atencional. Es sabido que el sÃndrome de déficit atencional es 2,5 veces mayor que en los niños con epilepsia que los que no la tienen. La asociación ha sido atribuida a la propia epilepsia, a la anomalÃa cerebral de base o al tratamiento, aunque ha sido difÃcil determinar qué ocurre primero. El tratamiento con fármacos psicoestimulantes son una medida básica e importante de realizar en estos niños para mejorar su calidad de vida. Trastornos de ánimo en niños con epilepsia. Los trastornos del ánimo son frecuentes en adultos con epilepsia, por ejemplo, la depresión que es lo más descrito. Y han sido poco descritos en niños, pero constituyen una comorbilidad psiquiátrica frecuente. Se ha descrito una frecuente confusión entre sÃntomas de depresión, trastornos conductuales y efectos secundarios de los fármacos antiepilépticos en niños con epilepsia. La depresión y la epilepsia pueden compartir mecanismos causales comunes, por ejemplo, una actitud negativa de la familia hacia las crisis; dos, relaciones familiares e interpersonales insatisfactorias; y tres, un modelo de desesperanza aprendida. Como intervenciones de ayuda a este grupo niños se recomienda no usar la epilepsia como discriminador al decidir una adecuada ubicación del niño en el sistema escolar. También, intervenciones diagnósticas y terapéuticas psicológicas, pedagógicas y psicopedagógicas, y una evaluación activa de la comorbilidad asociada a la epilepsia y con un tratamiento farmacológico adecuado y también no farmacológico oportuno.