Bienvenidos. Hoy aprenderemos cómo, a medida que los niños crecen, van atravesando etapas de desarrollo diferentes y cómo eso influye el uso que hacen de los medios y de las tecnologías de acuerdo a su edad. Lo que los niños, las niñas y los adolescentes hagan con los medios depende mucho de su edad. Se habla de etapas de desarrollo. Entre los tres y los cinco años, el contenido al que acceden, el tiempo que dedican a los medios y los tipos de tecnologías que usan refleja cómo sus padres o los adultos significativos utilizan los medios en las casas y cómo estos orientan a sus hijos. A partir de los cinco años, los niños comienzan a usar los medios según sus intereses y preferencias, con uso individual creciente. En algunos casos tienen un televisor en su pieza, una consola de juegos u otra pantalla. Esto no es necesariamente bueno. El uso de las pantallas puede suprimir actividades al aire libre, el juego con otros o conversar, muy importante para que ellos socialicen. Al cumplir nueve años, los usos anteriores se expanden. Algunos tienen un celular propio, por lo que acceden a contenidos a través de las redes sociales de manera independiente. Habrán notado que hasta aquí no hablamos de los bebés ni de los niños hasta los tres años. ¿Qué pasa en este caso? Organismos científicos o encargados de regular la televisión en distintos países, tales como la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Americana de Pediatría o como el Consejo Superior del Audiovisual Francés, no recomiendan que los bebés y los niños menores de tres años vean televisión o usen los "tablet" y los celulares. Su desarrollo neurológico no estaría preparado y hay riesgo de sedentarismo. En los países desarrollados se alienta, por medio de campañas públicas, a educar a los padres para retrasar lo más posible el uso de medios y tecnologías, principalmente para proteger su salud y desarrollo y para orientar a sus hijos en el uso. Esto es muy importante, pues el contacto con las tecnologías comienza cada vez a edades más tempranas, reemplazan otras actividades esenciales para el desarrollo sano. La mayoría de las veces falta una actitud proactiva por parte de los padres y adultos responsables, quienes no han sido educados para ejercer este importante rol de orientación y de regulación positiva. Detengámonos ahora en las necesidades básicas que tienen los niños y las niñas de tres a cinco años para desarrollarse adecuadamente a esta edad. Esta es una edad en la que están aprendiendo a usar su cuerpo, por lo que necesitan desarrollar habilidades motoras y físicas, además del lenguaje para poder expresar sentimientos, avanzar en las funciones cognitivas y aumentar su vocabulario. Por eso necesitan conversar con otros y es tan importante que vivan la experiencia de que les hagan preguntas, que se les motive el habla y la expresión. Esto los ayudará a formar progresivamente un pensamiento crítico y a interesarse en el mundo, así como compartir con otros. Detengámonos en el juego, el principal modo de aprender a esta edad en el mundo, por lo que es muy importante que puedan cantar, bailar, imitar, actuar roles. Jugar permite disfrutar, pasarlo bien, muy importante para desarrollarnos y para ser personas más felices. Se recomienda que accedan a contenidos que promuevan el juego, a actividades que los motiven y que sean placenteras. Es importante el apoyo de los adultos cuando usan los medios porque somos sus modelos. Por eso hay que acompañarlos. Entre los cinco y los ocho años, los niños aprenden a formar parte del mundo, principalmente en la etapa escolar. Allí realizan actividades cognitivas, físicas, artísticas y además establecen amistades. Son capaces de profundizar en el desarrollo del lenguaje, aprenden a hacer frases más complejas, su potencial de razonamiento también se complejiza. Incorporan activamente lo que aprenden y observan para comprender su entorno. En este proceso va a ser muy importante jugar con los pares para socializar, aprender conductas, emociones, pero también para sentir pertenencia. Aprenden también a establecer amistades y a formar parte de grupos o comunidades de referencia, por ejemplo, a través del uso de videojuegos. Por esta razón, es muy importante que los adultos les ayudemos a establecer relaciones de comunicación con otros. Revisemos ahora las necesidades de desarrollo de los niños en la preadolescencia. A esta edad comienzan los primeros cambios físicos de la pubertad. Se preocupan mucho por su aspecto exterior, por cómo los ven los demás, en particular sus referentes, es decir, los pares. Por eso es importante apoyarlos para que tengan una imagen de sí mismos positiva, también llamada autoestima, independientemente de los cambios por los que atraviesan. Si bien van progresivamente desarrollando el pensamiento lógico, tienen que aprender también a manejar y a expresar las emociones en un equilibrio. Habrán notado que a esta edad comienzan a interesarse más en sus pares que en los padres o en los adultos a cargo. Por eso les va a importar mucho revisar su perfil en una red social, los comentarios que pueden hacerse de ellos, van a usar los chats para organizarse y hacer tareas, escuchar música en internet, compartir fotos y también buscar series que reflejen su etapa de vida y personajes con los que se identifican, además de jugar videojuegos. Hasta aquí revisamos las etapas de desarrollo por edad de los niños y niñas. Veamos ahora, ¿qué pasa con ellos como usuarios de los medios y de las tecnologías? Es importante comprender que, independientemente de la edad, vamos a distinguir tres tipos de usuario: el niño o niña receptor, el que participa o interactúa con los contenidos y el niño creador y comunicador. Cuando se consume un contenido actuando como espectador, se dice que la persona es receptor de contenidos. Cuando el niño comparte un contenido o interactúa con una tecnología, se dice que es un participante. Finalmente, cuando genera una foto, sube un material, crea un comentario, viraliza un contenido o tiene un perfil en una red social se habla de un niño comunicador, creador. Estos tres tipos de usuario pueden coexistir independientemente de la edad y de la etapa de desarrollo que atraviesa el niño o la niña. Para terminar, les queremos hacer una invitación. Estar atentos a la etapa de desarrollo en la que está su hijo o estudiante, tomar nota de qué hacen con los medios e intentar contribuir a que los tipos de uso que hagan de los medios, ya sea como receptor, participante o creador, sean equilibrados, adecuados al periodo de vida que atraviesan de manera de favorecer siempre su bienestar. Por último, los queremos invitar a resguardar el equilibrio entre el tiempo que los niños y los adolescentes dedican a usar los medios y a realizar otras actividades como ejercicio, estar con otros o conversar. Ahora que usted conoce las etapas de desarrollo de los niños y los adolescentes, también puede relacionar cómo estas edades y estas etapas influyen en el uso de los medios. Nos vemos en una próxima oportunidad.